Psicóloga infantil, adolescentes, adultos y mayores
Atención psicológica individual. Terapia de pareja. Terapia de familia
Funciones de los modelos internos
¿Cómo afectan los modelos internos que tenemos a nuestras relaciones con los demás?
Collins y Read (1994) sostienen que estos modelos dan forma a las respuestas cognitivas, emocionales y conductuales que manifestamos ante los demás. Se cree que los modelos internos afectan a la selección e interpretación de los datos, a la forma en que evaluamos a los demás y a las relaciones que tenemos con ellos, y a los planes que concebimos para controlar nuestras relaciones con otras personas.
Patrones de respuesta cognitiva
Formas que tienen los modelos internos de afectar a nuestras respuestas cognitivas:
a) La atención selectiva. En otras palabras, nuestros modelos hacen que prestemos atención a ciertos aspectos de los estímulos que encajan con ellos y que ignoremos otros aspectos. Collins y Read (1994) sugieren que los individuos tienden a ser especialmente sensibles a los estímulos relacionados con sus objetivos y a fijarse en la información que coincide con sus creencias y actitudes y que es fácilmente asimilada por las estructuras de conocimiento que poseen. Lo que los individuos seleccionan depende de la accesibilidad de los constructos contenidos en sus modelos.
Dado que los adultos ansioso-ambivalentes están motivados para buscar la aprobación y evitar el rechazo, tienden a ser especialmente sensibles a cualquier sugerencia, crítica o rechazo, y a reaccionar de manera desproporcionada ante ellos. Por su parte, los adultos evitativos, debido a su preocupación por que los demás se acerquen demasiado y sus sospechas sobre si los demás son dignos de confianza, son especialmente sensibles a las señales de intrusismo y control.
2) Desviaciones en la codificación y recuperación de los recuerdos. Collins y Read (1994) sugieren que los esquemas sólidos, bien establecidos (como los modelos) sesgan la recuperación de los recuerdos haciendo que sea más probable recordar la información que sea significativa para estos esquemas y que encaje con ellos. Este tipo de esquemas no sólo afectarían a los procesos de recuperación; los individuos también podrían recordar o reconstruir aspectos que nunca existieron, especialmente cuando se desvanecieran los recuerdos de los incidentes reales. De este modo, una persona que tenga un modelo especialmente negativo de los otros y que sea sensible a los intentos de control por parte de los demás podría recrear situaciones pasadas que sólo recordara en parte (por ejemplo, podría acordarse de situaciones de control que no sucedieron en realidad o recordar que un incidente en particular ocurría con una frecuencia mayor que la real).
Las pruebas sugieren que los recuerdos evocados suelen confirmar los modelos existentes del sí mismo y de los otros, ya sean éstos positivos o negativos.
Además, quienes han vivido una historia de apego negativo (por ejemplo, personas que han perdido a sus seres queridos o que han sufrido abusos por parte de ellos) suelen tener recuerdos más elaborados de esas experiencias dolorosas que de cualquier otra experiencia placentera.
c) La influencia que ejercen sobre los procesos de inferencia y explicación. Hay pruebas de que los modelos afectan a la manera en la que los individuos dan sentido a sus relaciones. Por ejemplo, Sarason y colegas (Pierce, Sarason & Sarason, 1992) llevaron a cabo un estudio en el que todos los niños de un grupo recibieron exactamente la misma nota, simulando que era una nota que les habían dado sus madres. Aunque las notas eran idénticas, los niños las interpretaban de maneras diferentes en función de cuáles fueran sus creencias respecto al apoyo que les daban sus madres. Los que pensaban que no podían contar con sus madres creían que las notas eran mucho menos favorables que aquellos que tenían creencias más positivas sobre la disponibilidad de ellas.
Collins (en prensa) comenta un estudio en el que se pidió a los sujetos que facilitaran, imaginando una relación hipotética, explicaciones abiertas de seis conductas potencialmente negativas de sus parejas. Cuatro de estas conductas, que incluían “te dejó solo en una fiesta” y “no te hizo caso cuando intentaste abrazarle”, se diseñaron para activar los temas del apego. Las explicaciones que dieron los sujetos seguros reflejaron unas percepciones más sólidas de amor y seguridad y una mayor confianza en la receptividad de la pareja que las de los otros sujetos. Las explicaciones de los individuos preocupados reflejaron su percepción de que los demás son poco receptivos y de que suelen rechazarles. Los evitativos también dieron explicaciones negativas, pero, dada su tendencia a minimizar sus reacciones emocionales, negaron que esto les provocara ningún tipo de estrés.
Patrones de respuesta emocional
Siguiendo el estudio elaborado por Bradbury y Fincham (1987) sobre el afecto y la cognición en el matrimonio, Collins y Read (1994) explican los efectos de los modelos internos sobre los patrones de respuesta emocional en términos de evaluaciones primarias y secundarias.
1) Las evaluaciones primarias implican una conexión directa entre el modelo y la respuesta emocional, y generan reacciones emocionales inmediatas ante las situaciones.
Hay dos mecanismos básicos que controlan las evaluaciones primarias: el afecto que despiertan los esquemas y las estructuras referentes a los objetivos. Así, un individuo especialmente sensible a los mensajes de rechazo cuyos objetivos sean la cercanía y la intimidad es probable que reaccione con un intenso estrés ante estímulos tales como que su pareja llegue tarde, no le llame u olvide una ocasión especial.
La respuesta emocional que despierta la evaluación primaria podría afectar también al procesamiento cognitivo posterior. Los sentimientos intensos influyen en la atención selectiva, y los negativos como la ira o la depresión podrían dar lugar a procesos de búsqueda cognitiva sesgados hacia lo negativo; las personas deprimidas, por ejemplo, tienden a fijarse en datos que confirman su estado de ánimo negativo. De este modo, un individuo con un modelo del sí mismo permanentemente negativo podría fijarse sólo en sus fracasos e ignorar sus éxitos. Esta atención selectiva hacia las experiencias negativas se ve reforzada por la mayor saliencia de los acontecimientos congruentes con el propio estado de ánimo (Bower & Cohen, 1982).
Las emociones también pueden afectar a los recuerdos, dado que los individuos tienden a recordar material congruente con su estado de ánimo. De este modo, el individuo depresivo descrito antes recordará ejemplos negativos del pasado e ignorará cualquier acontecimiento positivo que haya tenido lugar. Del mismo modo, una persona especialmente sensible a los intentos de control tenderá, cuando se sienta triste, a recordar ejemplos congruentes con esa preocupación. En otras palabras, los sentimientos que tienen su origen en la activación de modelos negativos pueden restringir los recursos cognitivos y atencionales de un individuo, haciendo que tienda a confiar en esquemas sobreaprendidos y a reaccionar de formas menos constructivas.
2) Las evaluaciones secundarias siguen el camino que va del procesamiento cognitivo a las respuestas emocionales; en otras palabras, ¿cómo se siente el individuo una vez que tiene en cuenta su reacción cognitiva, por ejemplo, hablando consigo mismo? (Burns, 1980).
El procesamiento cognitivo podría afectar a la respuesta emocional inicial al menos de tres formas: la respuesta inicial podría quedarse igual, amplificarse o disminuir, en función de la interpretación que el individuo hiciera de su experiencia. Por ejemplo, alguien que se ha sentido eufórico en un primer momento porque le han pedido una cita podría mantener esa euforia centrándose en lo bien que se lo puede pasar, podría amplificarla imaginando un futuro de color de rosa con la persona con la que ha quedado, o podría reducirla dando por supuesto que esa persona no querrá volver a quedar con él o ella otra vez. Los individuos responden a la conducta de los demás en función del significado simbólico que esa conducta tiene para ellos y para su relación.
Quienes interpretan el hecho de que su pareja no les llame cuando llega tarde como algo que indica una falta de cuidado es probable que reaccionen enfadándose y estresándose (Collins, en prensa). Y, al contrario, quienes echan la culpa de que su pareja no les llame a sus “negocios” y a que está muy estresada podrían estresarse pensando en la otra persona en lugar de enfadarse. La interpretación que se hace de una situación depende de la historia de la conducta en cuestión dentro de la relación, así como de modelos más generalizados de la persona que hace la interpretación.
Patrones de respuesta conductual
Hay muchas pruebas de que quienes tienen estilos de apego diferentes se comportan de maneras distintas en sus relaciones. Sin embargo, lo que señalaremos aquí es que quienes tienen estilos de apego diferentes se comportan de formas diferentes porque piensan y se sienten de manera diferente (Collins & Read, 1994).
Según Collins y Read (1994), hay dos mecanismos mediante los cuales los modelos internos afectan a la conducta. El primero lo constituyen los planes y las estrategias almacenados dentro de los modelos; el segundo es la influencia que ejercen los modelos sobre los nuevos planes que se hacen. Que un individuo “se vaya a casa de su madre” cada vez que discuta con su pareja podría ser un ejemplo de estrategia almacenada. Tal conducta es probable que se haya desarrollado como estrategia en la infancia y que haya seguido presente a lo largo de la adolescencia y la vida adulta. En el presente, este modelo podría afectar a la decisión del sujeto respecto a si debería hablar abiertamente de sus problemas con su pareja o evitar el tema.
Al planificar la conducta, los adultos seguros tienden a integrar las consideraciones cognitivas y emocionales y a no dejarse llevar por ninguna de las dos. Los adultos ansioso-ambivalentes atienden más a los factores emocionales que a los cognitivos. Un ejemplo de este patrón sería una persona cuya ansiedad por lograr la aprobación de los demás le impidiera asistir a una presentación que podría ser importante para avanzar en su carrera. Por el contrario, los individuos evitativos confían en exceso en los factores cognitivos e ignoran o niegan las reacciones emocionales como la ansiedad y el miedo. Por ejemplo, un individuo evitativo podría creer que el hecho de asistir a fiestas u otras actividades sociales es una pérdida de tiempo, sin ser consciente de la ansiedad que le produce la idea de interaccionar con otras personas.
Bibliografía
Feeney, J., & Noller, P. (2001). Apego adulto. Bilbao: Declée de Brouwer.
Psicóloga infantil, adolescentes, adultos y mayores
Terapia de pareja
Terapia de familia
Tf 630723090
PSICÓLOGA ONLINE Y PRESENCIAL
· Atención psicológica individual
Atención psicológica en problemas de:
· Apego
· Agresión
· Autorregulación de la conducta
· Timidez
Atención psicológica en:
· Trastornos alimentarios y de la alimentación
· Trastornos obsesivos compulsivos y relacionados
· Trastorno relacionados con traumas y factores de estrés
· Trastornos del sueño-vigilia
· Trastornos disruptivos del control de impulso y de la conducta
· Trastornos relacionados con sustancias y trastornos adictivos
· Trastornos del neurodesarrollo
Atención psicológica en otros trastornos:
· Trastorno de duelo prolongado
· Síndrome de psicosis atenuado
· Episodios depresivos con hipomanía de corta duración
· Trastorno neurocomportamental asociado con la exposición prenatal al alcohol
· Trastorno de comportamiento suicida
· Autolesión no suicida
· Trastorno de dependencia emocional
Precio 60 euros
Duración 1 hora
Pedir cita:
· Por teléfono, WhatsApp o Telegram 630723090
Consultas
· Online
· Presencial
Psicóloga María Jesús Suárez Duque
C/ Tunte,6 Vecindario (Frente al Centro Comercial Atlántico, a la derecha de la oficina de correos)
Pedir cita: 630723090
Comentarios
Publicar un comentario