Psicóloga Vecindario MOBBING Adicto al trabajo

Psicóloga María Jesús Suárez Duque
Psicóloga infantil, adolescentes, adultos y mayores
Atención psicológica individual. Terapia de pareja. Terapia de familia
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MOBBING

El workaholic o adicto al trabajo

El adicto al trabajo: agotado, agotador y rayado

La adicción al trabajo, en inglés workaholism, es una de las adicciones más

políticamente correctas y respetables en nuestra sociedad. No es condenada por nuestra sociedad como otras que tienen por objeto las drogas o el alcohol.

La programación del trabajo esta tan arraigada en nosotros que su exceso

no suele verse como un problema de salud.

Una sociedad basada en la necesidad de éxito y en la ambición personal,

conforma un caldo de cultivo muy proclive a la aparición de este problema.

Un workaholic o adicto al trabajo se va convirtiendo gradualmente en un

esclavo del activismo laboral y de una imperiosa necesidad de trabajar cada vez más y mejor. Se trata de un intento compulsivo por lograr la aprobación social y éxito personal en el que va perdiendo la salud y la estabilidad emocional.

Los workaholics no suelen ser conscientes de la gravedad de su problema,

hasta que es demasiado tarde. Sienten que su trabajo ya no les satisface como al principio. Debido a la incapacidad de relajarse y disfrutar entran en un ciclo infernal en el que tienden a mantenerse muy activos y dinámicos. Su imagen de sí mismos se basa casi exclusivamente en su rol laboral y en sus logros profesionales. El estatus laboral es tan determinante que terminan por renunciar a todos los demás roles.

Al ser incapaces de adoptar decisiones saludables para sí mismos se pro-

duce una reacción en cadena que les lleva a la destrucción. No solo pierden la

salud, sino en ocasiones hasta la propia vida. Sus vidas privadas y familiares son un desastre.

En el trabajo se producen comportamientos erráticos y disfuncionales que afectan directamente a sus subordinados y compañeros de trabajo, generando ambientes deteriorados, llenos de broncas, incidentes, malos entendidos, hostigamiento, maltrato verbal y acoso.

Hacen vivir constantemente estresados o al límite a todos los demás, mostrando y demostrando su propia valía diferencial respecto a todos aquellos que no pueden seguir su mismo ritmo.

El éxito profesional requiere el esfuerzo continuado, y la persona que busca con ahínco y tesón alcanzarlo a cualquier precio, es normal que sacrifique su tiempo con vistas a alcanzarlo. La adicción al trabajo no es sino un apego patológico, no con el objeto de alcanzar metas o rendimientos profesionales, sino con el objeto de huir hacia adelante mediante el trabajo y, de este modo, evitar ciertos conflictos psicológicos internos o de compensar otros.

El problema no es el número de horas que el workaholic trabaja o los

resultados que espera obtener por su comportamiento, sino el modo en que se

termina alienando, utilizando para ello su propio trabajo.

Por eso workaholic no es solamente aquel que trabaja muchas horas, sino quien instrumentaliza psicológicamente el trabajo como forma de evitar o compensar problemas psicológicos importantes.

La negación es un mecanismo de defensa habitual en todo tipo de adictos

y también en los workaholics. La negación y las racionalizaciones de los adictos al trabajo les lleva a justificaciones que se dan para no reconocer que realmente tienen un problema.

Muy pocos de ellos admiten que tienen un problema y menos aún se

hacen ayudar. Cuando lo hacen, suelen demandar solamente un tratamiento de tipo sintomático, que les alivie de los efectos de la adicción al trabajo, pero raramente suelen querer trabajar la propia adicción en sí misma.

Los especialistas recibimos generalmente peticiones para trabajar tan sólo

los problemas psicosomáticos o sociales asociados a la adicción al trabajo (como por ejemplo los problemas de pareja).

Indicadores conductuales que permiten identificar a un adicto al trabajo (workaholic)

¿En qué fase de su adicción se produce el riesgo de acoso en un workaholic?