Psicóloga Vecindario MOBBING Indicadores conductuales del adicto al trabajo

Psicóloga María Jesús Suárez Duque
Psicóloga infantil, adolescentes, adultos y mayores
Atención psicológica individual. Terapia de pareja. Terapia de familia
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MOBBING

Indicadores conductuales que permiten identificar a un adicto al trabajo (workaholic)

La identificación de un workaholic puede realizarse observando algunas

pautas externas de su comportamiento. En todo ello, el trabajo y el “trabajar”

funciona para el adicto como un elemento compensatorio de otros tipos de problemas que no están siendo resueltos en su vida.

1. Trabaja hasta excluir casi cualquier otra cosa en su vida (hobbies, familia, amigos, deporte...)

2. Trabaja un número de horas considerado como excesivo, teniendo en

cuenta el tipo de proyecto, trabajo o actividad o el momento empresarial.

3. Despliega una enorme energía, siempre ocupado, liado, abrumado de trabajo.

4. Se siente mal cuando deja el trabajo (no importa a qué hora termine) o

cuando llega el fin de semana (síndrome de “por fin es lunes”) o cuando

tiene que tomar vacaciones.

5. Convierte su casa una segunda oficina, llevándose trabajo y continuando allí su ritmo frenético (no desconecta nunca).

6. No encuentra satisfacciones en otras actividades (como amistades, familia, actividades culturales, deportivas), que no sean el trabajo. El trabajo es el foco único de satisfacción.

7. Desprecia el tiempo dedicado al descanso o la diversión y las vive como

actividades absurdas, inútiles o como auténticas pérdidas de tiempo (dor-

mir es como estar muerto, dormir es perder la vida...).

8. Es incapaz de dar por terminado un proyecto o tarea. Le suele producir

angustia pensar que no hace las cosas bien a la primera, y por ello cree que

si se le da otra oportunidad para hacer lo mismo, lo hará mejor.

9. Vive psicológica y afectivamente “enganchado” al trabajo. Se dedica a

resolver a todas horas problemas laborales, incluso durante una reunión

familiar o en actividades de ocio con sus amigos fuera del trabajo.

10. Ha perdido casi todas las relaciones sociales no laborales. Los amigos y familia cada vez le llaman menos por temor a interrumpir.

11. Está en conexión permanente con el trabajo mediante ordenadores portátiles, teléfono móvil, correo electrónico, etc...

12. Se muestra irritable, aislado socialmente, con síntomas de estrés físico: cefaleas, insomnio, ansiedad, taquicardias, fatiga, úlceras, dolores musculares…

13. Presenta otras adicciones secundarias. Las más habituales son alcohol, tabaquismo, drogas o sexo.

14. Se comporta como una persona “atacada”, “pasada de rosca”, “melancólica”, “estresada” …