Psicóloga Vecindario MOBBING Indicadores conductuales que permiten identificar a un boderline

Psicóloga María Jesús Suárez Duque
Psicóloga infantil, adolescentes, adultos y mayores
Atención psicológica individual. Terapia de pareja. Terapia de familia
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MOBBING

Indicadores conductuales que permiten identificar a un borderline

1. Esfuerzos frenéticos para evitar un abandono real o imaginario por parte

de los demás. Se anticipan al abandono supuesto, rompiendo la relación

con el otro.

2. Sienten en un vacío y soledad inextinguibles. Sienten pánico a que los

demás los abandonen o les dejen solos. No toleran estar solos y por ello se

embarcan en cualquier tipo de actividad social que los libere de ese miedo

interior al vacío de sentirse solos y abandonados.

3. Relaciones interpersonales intensas e inestables con marcados cambios de actitudes hacia otros que van desde la idealización hasta la desvaloración más extrema o desde la dependencia y el cuelgue emocional hasta el aislamiento total y la evitación.

4. Sienten al mismo tiempo gran intolerancia a la soledad y terror a la intimidad. Fluctúan entre un deseo de cercanía con los demás para aliviar

su vacío y aburrimiento y el pánico a las situaciones de intimidad que

pueden conllevar para el borderline el riesgo de perder su autoconfianza y

su independencia.

5. Pueden mostrar un comportamiento caprichoso en el que pueden solicitar a los demás demandas poco realistas o inaceptables. Para ello no dudan en manipularlos. Pueden utilizar para ello todo tipo de quejas sobre trastornos, enfermedades, expresión de debilidad emocional o conductas masoquistas.

6. Carecen de una constancia en la relación con los demás. No pueden captar la complejidad y variabilidad del carácter humano. Carecen de la constancia objetal. Su experiencia con los demás se basa siempre en el último encuentro con ellos. Es como si fueran amnésicos de todo el historial anterior de relación con esa persona. Lo que cuenta es lo último que ha ocurrido, no importa los años que la relación pueda tener.

7. Son incapaces de aprender de los errores relacionales, y de ver los problemas humanos con perspectiva.

8. Se hallan en permanente búsqueda de alguien que los cuide, y sea un perfecto cuidador totalmente generoso y omnipresente.

9. Al no encontrar jamás la figura mítica, sustitutiva de una madre abandóni-

ca o tóxica, suelen cambiar constantemente de amigos, trabajos, aficiones,

y entornos. Realizando drásticos cambios en sus idas exteriores pretenden

con escaso resultado resolver el profundo malestar interno, que, a pesar de

todo, les acompaña siempre.

10. Están afectados por sentimientos de vacío, desvalor y culpabilidad. No son capaces de confiar en los demás ni de aceptar expresiones de afecto a cariño.

11. Presentan un marcado y persistente trastorno de su identidad con una

autoimagen o sentido del YO altamente inestable.

12. Tienen una especie de amnesia respecto a sí mismos. No presentan un constante sentido de su identidad, de sus realizaciones, ni de la historia personal que les ha llevado a ser quienes son. No aceptan sus propias cualidades de inteligencia, atractivo físico o sensibilidad como atributos estables sino que los asumen como cualidades comparativas en competición, que deben ser constantemente ganadas y evaluadas respecto a otras personas. El borderline se cree un trabajador válido hasta que aparece en su entorno otro trabajador más capaz, y a partir de ese momento ya se considera un desecho laboral y un inepto. De ahí tienen una sensación crónica de ser un fraude.

13. Tienen una conducta impulsiva que se manifiesta en áreas que son potencialmente autodestructivas: drogas, promiscuidad sexual, ludopatía, conducción temeraria, compras compulsivas, gastos impulsivos, atracones de comida o alcohol. Estas conductas buscan la reducción del dolor emocional interno que experimentan. Los estados descritos son incompatibles con ese dolor, y distraen del vacío interno y el aburrimiento insoportable.

14. Después de estas conductas aparece habitualmente un sentimiento de culpa y de merecer el abandono por parte de los demás que refuerza el ciclo y explica su reinicio periódico.

15. Comportamientos autodestructivos, automutilación o autoagresión o que ponen en peligro su vida, salud o integridad. Estos comportamientos incluyen intentos de suicidio, automutilaciones, arrancarse pelo, las uñas, pellejos, rascarse la piel, arañarse, arrancarse costras, realizarse cortes, heridas cortantes o señales en el cuerpo. La experiencia del dolor les da una sensación de estar vivos que rompe la sensación interna de embotamiento y vacío.

16. En algunas ocasiones se producen cuasi accidentes en los que los borderlines buscan el autocastigo. De ahí que se embarque en conductas peligrosas, que ponen en peligro su vida o salud de forma recurrente.

17. Inestabilidad y labilidad afectiva debida a una elevada reactividad emocional con cambios severos y abruptas reacciones de depresión, irritabilidad o ansiedad que duran normalmente horas y muy rara vez llegan a durar más de algunos días. Aunque no puede decirse que su estado de ánimo habitual sea la calma, el borderline sufre periódicos cambios en su estado emocional a mucha velocidad que le sumen en una especie de estado en elque es muy difícil llegar hasta él.

18. Sentimientos intensos y crónicos de vacío, desesperanza y dolor emocional persistente. Exhibición frecuente de ira, cólera, rabia y comportamientos de violencia psicológica y física.

19. Tienen que ver con una emocionalidad a flor de piel que termina cobrándose sus víctimas en el entorno personal o laboral inmediato. Las personas que trabajan con ellos sienten que deben estar siempre en alerta para no “despertar a la fiera” y evitar estos violentos accesos de cólera, rabia o ira que derivan pronto en conductas de maltrato psicológico.

20. Facilidad para sentir aburrimiento que les lleva a evitar ese sentimiento mediante todo tipo de estrategias.