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ALGUNOS TRASTORNOS DE LA COMUNICACIÓN Y DEL LENGUAJE


   Los trastornos que pueden presentarse en la comunicación y en el lenguaje:
  • · Son numerosos y muy variados: pueden afectar a todos los componentes del lenguaje en sus vertientes de comprensión y producción (Trastorno Específico del Lenguaje, TEL) o simplemente a la articulación de un fonema concreto
  • · Su etiología es diversa y en muchos casos desconocida
  • · Las repercusiones en otras áreas son muy diferentes
    Por tanto, las necesidades que van a generar y las respuestas que van a demandar son muy heterogéneas
Trastornos primarios
   Son trastornos que afectan al desarrollo del lenguaje oral pero que no se derivan de la presencia de discapacidad intelectual, sensorial, motórica o de algún trastorno del espectro autista, ni de privaciones afectivas o sociales.
1.   Retraso Simple del Lenguaje (RSL)
   Se caracteriza porque la adquisición del lenguaje se realiza con cierto desfase cronológico, que puede ser variable, respecto a los procesos de adquisición normalizados o típicos. Es decir, un niño con RSL pasa por los mismos hitos y etapas que los niños que siguen un proceso de adquisición normalizado, la diferencia es que las adquisiciones se realizan de manera más tardía, van a necesitar más tiempo.
   El patrón que caracteriza el proceso es el siguiente:
a)    Las primeras adquisiciones se producen de forma tardía
  • Emisión de palabras aisladas a partir de los 16 meses
  • Construcción de emisiones de dos palabras a partir de los 24 meses
b)    Evolución paralela a la del niño que sigue un desarrollo típico en las adquisiciones posteriores, pero con un desfase cronológico importante, sobre todo alrededor de los 3 años y 6 meses
c)    Remisión de las dificultades hacia los 7 u 8 años.
En el RSL las dificultades se van a manifestar sobre todo en el nivel expresivo, y el desfase cronológico suele ser homogéneo en diferentes aspectos del lenguaje (fonología, semántica y pragmática)
Tabla 1. Algunas características del lenguaje en el RSL

Alteraciones fonológicas
  • Desorganización fonológica
  • Habla ininteligible
  • Reducción del sistema consonántico y de la estructura de la sílaba

Alteraciones semánticas
  • Vocabulario expresivo muy reducido
  • Dificultades con los términos deícticos y con los marcadores temporales

Alteraciones morfosintácticas
  • Uso de estructuras simples
  • Dificultad para “ordenar” las palabras en la frase
  • Yuxtaposición de frases por la dificultad para usar los nexos.
Alteraciones pragmáticas
  • Uso de gestos para sustituir las emisiones orales
  • Dificultades en competencias conversacionales, narrativas

Los niños con RSL suelen responder muy bien a la intervención especializada.
2.   Trastorno Fonológico
Se define como la dificultad para articular uno o más sonidos, tanto de forma aislada como en palabras. Ante esta dificultad el niño pone en marcha distintos procesos fonológicos que consisten en la omisión, distorsión o sustitución del fonema.
Las dificultades articulatorias no han de considerarse hasta la edad en la que, al menos, el 90% de los niños articula de forma correcta esos fonemas.
El Trastorno Fonológico puede manifestarse en distintos subtipos (Dobb, 1995):
1)    Trastorno articulatorio (también denominado Dislalia o Trastorno fonético).
Incapacidad para pronunciar algunos fonemas (que comparten determinados rasgos fonológicos) en una prueba de repetición de sílabas.
Aunque es incapaz de articularlos puede discriminarlos y reconocerlos, y los diferencia claramente de aquellos por los que los sustituye.
Los procesos fonológicos que utiliza el niño se observan de forma constante cuando aparecen estos fonemas.
2)    Retraso fonológico (denominado también inmadurez articulatoria y Retraso de habla)
El niño adquiere los procesos fonológicos siguiendo las pautas típicas, pero con un desfase cronológico.
Suele considerarse que el desfase de doce meses constituye el punto crítico para establecer la existencia de retraso.
3)    Trastorno desviante-consistente
Se caracteriza porque los procesos fonológicos están muy retrasados, con desfases cronológicos superiores a los doce meses, y son muy diferentes a los que aparecen en el desarrollo típico (por ej., procesos de sustitución de consonantes laterales por vibrantes “lata” por rata).
Estas alteraciones se observan de forma consistente en diferentes situaciones y contextos de habla.
4)    Trastorno inconsistente.
Se caracteriza por la existencia de procesos fonológicos desviantes y por la inconsistencia de la articulación.
En los niños que presentan este trastorno se observa una enorme variabilidad en la manera de articular los mismos sonidos en el mismo periodo temporal.
En las pruebas se evalúa si una misma palabra se pronuncia de la misma manera (correcta o incorrectamente) o no.

El conocimiento del subtipo de Trastorno fonológico que puede presentar un niño es un aspecto fundamental para poder establecer el riesgo que tiene de presentar dificultades en el aprendizaje de la lecto-escritura (Cervera y Ygual, 2001). En este sentido los chicos en los que se observan procesos fonológicos desviantes tienen un mayor riesgo de presentar dificultades que aquellos en los que se observan procesos fonológicos se caracterizan por el retraso.
3.   Trastorno Específico del Lenguaje (TEL)
El TEL es un trastorno del desarrollo del lenguaje oral que afecta tanto a la comprensión como a la producción pero que puede manifestarse de manera muy variable.
Las formas más graves se observan en los niños que presentan severas dificultades para entender y responder a las emisiones orales de los demás, las formas menos graves se presentan en aquellos otros cuyo lenguaje se caracteriza por leves alteraciones. Entre estos dos extremos se dan un continuo de posibles manifestaciones.
Se da una falta de consenso respecto a la denominación de este trastorno (Disfasia, Trastorno expresivo del lenguaje, Trastorno mixto..., siendo TEL la más frecuente. Esta situación está estrechamente relacionada con la falta de una definición del trastorno consensuada.
Monfort y Juárez (2007) explican la falta de consenso y disparidad de criterios por los numerosos enfoques que se adoptan. Estos autores distinguen tres enfoques que no son independientes sino complementarios:
1)    Definición por exclusión
El fracaso del desarrollo normal del lenguaje no se explica en términos de deficiencia mental o física, de deficiencia auditiva, de trastorno emocional ni de privación ambiental.
Esta definición no tiene en cuenta las alteraciones lingüísticas propias de este trastorno, dificultándose el establecimiento de límites claros entre las distintas alteraciones del lenguaje.
2)    Definición por la evolución
Se manifiesta con bastante estabilidad en el tiempo y con una evolución lenta, a pesar de que haya existido una intervención adecuada.
3)    Definición por la especificidad
Se basa en el análisis de las alteraciones que caracterizan al TEL. El lenguaje oral aparece más tarde y se observan alteraciones que nunca están presentes en el desarrollo típico del lenguaje y que afectan tanto al nivel receptivo como al expresivo.
Tabla 2. Algunas características del TEL
Alteraciones fonológicas
  • Reducción y simplificación del sistema fonológico
Alteraciones semánticas
  • Incorporación lenta de nuevas palabras
  • Léxico concreto y poco variado
Alteraciones morfosintácticas
  • Uso de estructuras simples
  • Incorporación lenta de marcas flexivas, errores frecuentes en las concordancias
Alteraciones pragmáticas
  • Habilidades comunicativas bien instauradas con problemas de eficacia comunicativa como consecuencia de las dificultades en los otros componentes

Los niños que tienen un TEL suelen presentar además problemas de relación con sus iguales y tendencia al aislamiento debido a los problemas que tienen de comunicarse mediante el lenguaje oral. Estas dificultades a su vez repercuten de forma negativa en los aprendizajes escolares, especialmente en la lectoescritura (Snowling y cols., 2005). Todo ello va a provocar sentimientos de fracaso y valoraciones muy negativas de sí mismos.
Tabla 3. Alteraciones en el desarrollo de los niños con TEL (Adaptado de Morfot y Juárez, 2007)

Aspectos cognitivos
  • Dificultades en el desarrollo del juego simbólico
  • Déficits de memoria: secuencial, auditiva a corto plazo, verbal
  • Déficits en los procesos de almacenamiento fonológico en la memoria de trabajo

Aspectos perceptivos
  • Dificultades en la discriminación de estímulos auditivos
  • Tiempo de latencia más largo, necesidad de más tiempo de presentación de los estímulos, sobre todo de tipo auditivo

Aspectos psicomotores
  • Dificultades práxicas
  • Alteración del proceso de lateralización
  • Inmadurez de las destrezas motoras

Aspectos conductuales
Alteración de la capacidad de atención, hiperactividad
Alteración de las relaciones afectivas y del control de las emociones

   No existe un consenso sobre el déficit básico que dan lugar a las dificultades lingüísticas de un niño con TEL, unos sostienen que se trata de alteraciones en la percepción auditiva y en el procesamiento temporal, otros consideran que el déficit básico es cognitivo y no perceptivo; y Gathercole y Baddeley (1990) proponen que el déficit básico reside en una alteración de la memoria fonológica inmediata.
   En los últimos años están apareciendo modelos más complejos, de corte conexionista, que proponen la existencia de déficits lingüísticos múltiples que pueden interactuar a diferentes niveles (Westermann y Miranda, 2004)
Trastornos secundarios
   Se trata de trastornos que se derivan o se asocian a diferentes alteraciones de tipo orgánico
1.   Afasia Infantil
   Constituye un trastorno del lenguaje que se define por la pérdida total o parcial, pero de forma brusca, del lenguaje oral ya adquirido.
   La pérdida tiene que producirse entre los 3 años y medio y la pubertad, como consecuencia de lesiones en el Sistema Nervioso Central en aquellas áreas que se encargan del procesamiento del lenguaje en su vertiente receptiva y/o expresiva.
   Las causas pueden ser muy variadas (problemas vasculares, traumatismos, tumores, infecciones...)
   La afasia sólo puede ser adquirida ya que no podemos perder algo que aún no hemos adquirido. Este trastorno se puede producir una vez que se han realizado adquisiciones lingüísticas, de ahí que sólo se pueda diagnosticar a partir de los tres años y seis meses.





Alteraciones más frecuentes en Afasias de predominio motor
Mutismo:
  • Sólo emiten sonidos aislados e incoherentes.
  • Este síntoma suele aparecer inmediatamente después de producirse la lesión, pero suele ser reversible.
Simplificación de la sintaxis:
  • Dificultades para la correcta construcción de la frase. Aparecen yuxtaposiciones de palabras sin nexos de unión, omisión de determinantes, de flexiones, de concordancias...
El lenguaje adquiere un carácter telegráfico, pero no tan agramatical como en las afasias de adulto.
  • Ausencia o menor presencia de sonidos estereotipados y perseverantes de sonidos.
  • Este síntoma es, sin embargo, muy característico de los adultos con afasia.


Alteraciones más frecuentes en Afasias de predominio sensorial
  • En la afasia infantil hay menor afectación en el nivel receptivo que en el expresivo
  • Los llamados síntomas positivos de la afasia aparecen con menor frecuencia en el caso de los niños
Anomía: Dificultad o imposibilidad para encontrar los nombres de los objetos.
Parafasias: Cambios en fonemas o sílabas sin estar causado por problemas para articularlos
Jergafasia: Sobreabundancia de emisiones lingüísticas que resultan casi incomprensibles y que se emiten sin intencionalidad.

   La afasia infantil tiene un pronóstico mucho más favorable que la del adulto, debido a la mayor plasticidad del cerebro infantil. De hecho, el hemisferio contrario al lesionado puede llegar a asumir sus funiones.
2.   Disartrias
Es un trastorno de la articulación causado por alteraciones en el tono y en movimiento de los músculos implicados en la producción del habla debido a lesiones en el Sistema Nervioso Central (parálisis cerebral, tumoraciones, lesiones neurológicas...)
Se caracteriza por dificultades para realizar los movimientos articulatorios, que son lentos y complejos y para coordinar movimientos que son necesarios para el habla.
Produce los siguientes síntomas:
  • Sustitución: se suple un fonema que resulta complicado de articular por otro más fácil (/r/ por /d/; /k/ por /t/)
  • Omisión: se omite el fonema que resulta complicado (“atón” por ratón) o la sílaba donde se encuentra (“ton” por ratón)
  • Inserción: se introduce un sonido para facilitar la articulación que resulta complicada (“palato2 por plato)
  • Distorsión: se realiza una articulación aproximada a la correcta (“dddatón” por ratón).
Las disartrias se clasifican en diferentes tipos (flácida, espástica, atáxica, mixtas...) en función del nivel del SNC en el que se produzca la lesión (Puyuelo y Rondal, 2003).
3.   Disglosias
Es un trastorno de la articulación producido por alteraciones anatómicas y/o fisiológicas en órganos periféricos implicados en la articulación del habla.
Se producen omisiones, distorsiones y sustituciones de los fonemas en cuya articulación intervienen los órganos afectados, y en función de en qué órgano o estructura esté localizada la lesión se distinguen distintos tipos de disglosias:
  • Labiales: labio leporino, parálisis facial
  • Maxilares: malformación, mala oclusión
  • Palatinas: fisura palatina, malformaciones
  • Linguales: frenillo, malformaciones
Los niños van a requerir, además de una intervención quirúrgica, de una intervención logopédica y psicoeducativa pues, aunque van a poder acceder al currículum educativo de forma ordinaria, se trata de niños de riesgo en cuanto a su desarrollo psicosocial (Habbaby, 2000).
Otros trastornos del lenguaje
1.   Tartamudez o Disfemia
La tartamudez es un trastorno de la fluidez verbal en el que interactúan diferentes aspectos:
  • Falta de coordinación entre la respiración y la fonación
  • Problemas de planificación motora
  • Variables cognitivas como las expectativas que se tengan acerca de la tartamudez
  • Se manifiesta en síntomas lingüísticos como:
  • Repeticiones de sonidos o sílabas
  • Prolongaciones de los sonidos
  • Pausas en medio de las palabras
  • Bloqueos en el momento de iniciar la emisión
  • Muletillas (“vale”) o rellenos (“mmm”)
  • Alteraciones en la prosodia
  • Errores en la estructuración del discurso.
Estas dificultades suelen acompañarse, a menudo, de otros síntomas que no son lingüísticos como:
§  los movimientos corporales y los tics que se utilizan para “desbloquearse”
§  una elevada tensión muscular en la zona del cuello y los hombros
§  de conductas ansiosas, de miedo a hablar...
La Disfemia o Tartamudez se inicia en la infancia coincidiendo, generalmente, con la aparición de las primeras emisiones en las que el niño combina más de una palabra.
Muchos niños con un desarrollo típico pueden manifestar algunos de los síntomas característicos de este trastorno entre los dos y los cuatro años, pero aproximadamente en el 50% de ellos esas dificultades en la fluidez desaparecen en poco tiempo, aproximadamente entre un año y año y medio después de haberse producido los primeros síntomas. En esos casos se trata de una falta de fluidez que es normal en un periodo en el que se realizan numerosas adquisiciones lingüísticas, por ello se la denomina tartamudez evolutiva.
Cuando los síntomas persisten más de dos años desde sus primeras manifestaciones y esas dificultades en la fluidez se asocian con otros problemas -conductas de evitación o escape, actitudes negativas hacia la comunicación- afectando al desarrollo socio-emocional y a los aprendizajes escolares (Sangorrín, 2005).
Bloodstein y Bernstein-Ratner (2007) señalan que el criterio para considerar que esos problemas en la fluidez tienen una significación clínica es el de la repetición de más de diez sonidos, sílabas o palabras de cada cien palabras emitidas.
Referencia bibliográfica
Brioso, A. (2012). Alteraciones del desarrollo y discapacidad. Madrid: Sanz y Torres.
 

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