1)
Síntomas claves:
·
Tristeza
·
Pérdida
de interés en cosas que antes eran placenteras
2)
La tristeza puede no ser evidente apareciendo en
su lugar, irritabilidad o enfado en
forma de explotaciones de genio ante sucesos triviales, insultos, peleas y el
derrumbarse por nimiedades.
3)
Los
síntomas y expresión varían con la edad. Así, p. ej., en los niños más
pequeños son más frecuentes los síntomas psicofisiológicos y motores, mientras
que en los niños más mayores y en la adolescencia son más frecuentes los
síntomas cognitivos.
Es casi seguro
que todos los niños y adolescentes han estado alguna vez tristes en su vida y,
es posible, que muchos de ellos hayan experimentado alguna vez un síntoma
depresivo, pero es mucho más improbable que hayan sufrido un síndrome depresivo
o un trastorno depresivo tal y como se definen clínicamente.
Estudios
recientes sugieren que la prevalencia del trastorno depresivo es
aproximadamente del 3%, y estas cifras ascienden paulatinamente con la edad
hasta alcanzar los porcentajes más altos en la adolescencia. Además, a medida
que se alcanza la adolescencia, la prevalencia de los trastornos depresivos
empieza a ser más alta en las chicas que entre los chicos, mientras que por
debajo de los 12 años no existen prácticamente diferencias entre sexos.
Por otro lado,
los trastornos depresivos infantiles no son problemas pasajeros que desaparecen
con el tiempo. En la edad infantil, si no hay un tratamiento adecuado, la
duración media de un trastorno distímico
es de cuatro años, mientras que la de un episodio de depresión mayor es de siete a nueve meses. Es más, aunque
aproximadamente el 90% de los episodios de depresión mayor remiten antes de que
transcurran dos años desde el inicio, éstos tienden a recurrir. Así, p.ej., el
69% de los niños con trastorno depresivo mayor desarrollan antes de los cinco
años otro episodio depresivo mayor, siendo este porcentaje de 76% entre los
niños que padecen un trastorno distímico, entre los cuales, además, el 69%
experimentan posteriormente una doble depresión, es decir, la presencia
simultánea de trastorno distímico y trastorno depresivo mayor. De hecho, entre
el 40 y 70% de los niños deprimidos presentan otro trastorno simultáneo,
estimándose que el 20-50% tienen dos o más trastornos adicionales.
Los trastornos
adicionales más frecuentes que acompañan el trastorno depresivo mayor, amén del
trastorno distímico, son:
·
Los trastornos de ansiedad
·
El TDAH
·
Los trastornos de comportamiento perturbador
(trastorno negativista desafiante y trastorno disocial)
·
Trastorno de consumo de sustancias
En los niños, al
contrario que en los adultos, la mayoría de los trastornos de ansiedad
(normalmente TAG, fobias y trastorno de ansiedad por separación) preceden al episodio depresivo.
Referencia
bibliográfica
Comeche, M. I., & Vallejo, M. (2012). Manual de
Terapia de conducta en la infancia. Madrid: Dykinson-Psicología.
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