¿EN QUÉ SE DIFERENCIAN LOS TRASTORNOS BIPOLARES DEL TRASTORNO DE DESREGULACIÓN DISRUPTIVA DEL ESTADO DE ÁNIMO?
En los niños y adultos, el trastorno bipolar I y el
trastorno bipolar II se manifiestan como una enfermedad episódica con episodios
delimitados de alteración del estado de ánimo que se pueden diferenciar de la
forma de ser habitual del niño.
La alteración del estado de ánimo que ocurre durante un
episodio maníaco es claramente diferente del estado de ánimo habitual del niño.
Además, durante un episodio maníaco, el cambio de estado de ánimo debe
acompañarse del comienzo o de un empeoramiento de los síntomas cognitivos,
conductuales y físicos asociados (p.ej., distraibilidad, aumento de la
actividad dirigida a un fin) que también están presentes en un grado que es
claramente diferente del estado basal habitual del niño.
Por tanto, en el caso del episodio maníaco, los padres (y,
dependiendo del nivel de desarrollo del niño) deberían ser capaces de
identificar un período de tiempo determinado en el que el estado de ánimo y la
conducta del niño son significativamente diferentes de lo habitual. En cambio,
la irritabilidad del trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo
es persistente y se presenta durante varios meses, aunque puede desaparecer y
volver a aparecer hasta cierto punto, la irritabilidad grave es característica
del niño con trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo. Así,
mientras que los trastornos bipolares
son trastornos episódicos, el trastorno de desregulación disruptiva del estado
de ánimo no lo es. De hecho, el diagnóstico de trastorno de
desregulación disruptiva del estado de ánimo no se puede hacer en un niño que
ya haya experimentado alguna vez un episodio de duración completa de hipomanía
o manía (irritable o eufórico), o que haya tenido alguna vez un episodio de
manía o hipomanía que haya durado más de un día.
Otro rasgo central para diferenciar los trastornos bipolares
del trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo es la presencia de un estado de ánimo elevado
o expansivo o grandiosidad que son específicos de la manía pero no del
trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo.
Referencia bibliográfica
Association, A. P. (2014). Manual diagnóstico y
estadístico de los trastornos mentales. España: Editorial Médica
Panamericana.
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