¿CÓMO AGRADAR LOS DEMÁS?
1)
Interesarse sinceramente
por los demás
Se puede ganar más amigos en dos meses interesándonos por
los demás que en dos años tratando de que los demás se interesen en nosotros.
El individuo que no se interesa por sus semejantes es quien
tiene las mayores dificultades en la vida y causa las mayores heridas a los
demás. De esos individuos surgen todos los fracasos humanos.
Si usted quiere agradar a los demás, si quiere tener amigos
de verdad, si quiere ayudar a los otros, al mismo tiempo que se ayuda a usted
mismo, no olvide esto: Interésese sinceramente por los demás.
2)
Sonría
La gente que sonríe tiende a trabajar, enseñar y vender con
más eficacia, y a criar hijos más felices. En una sonrisa hay mucha más
información que en un gesto adusto. Es por eso que en la enseñanza es más
eficaz el estímulo que el castigo.
Es raro que alguien tenga éxito en algo a menos que
disfrute haciéndolo.
Tiene usted que disfrutar cuando se encuentra con la gente,
si espera que los demás lo pasen bien cuando se encuentran con usted.
La acción parece seguir al sentimiento, pero en realidad la
acción y el sentimiento van juntos; y si se regula la acción, que está bajo el
control directo de la voluntad, podemos regular el sentimiento, que no lo está.
De esta manera, el camino voluntario y soberano hacia la
alegría, si perdemos la alegría, consiste en proceder con alegría, actuar y hablar
con alegría como si esa alegría estuviera ya con nosotros.
Todo el mundo busca la felicidad, y hay un medio seguro
para encontrarla. Consiste en controlar nuestros pensamientos. La felicidad no
depende de condiciones externas, depende de condiciones internas.
No es lo que tenemos o lo que somos o donde estamos o lo
que realizamos, nada de eso, lo que nos hace felices o desgraciados es lo que
pensamos acerca de todo ello.
Cada vez que salga a la calle, retraiga el mentón, yerga la
cabeza y llene los pulmones hasta que no pueda más; beba el sol, salude a sus
amigos con una sonrisa, y ponga el alma en cada apretón de manos. No tema ser
mal comprendido y no pierda un minuto en pensar en sus enemigos. Trate de
grabar firmemente en su cabeza lo que desearía hacer; y entonces, sin cambiar
de dirección, irá directamente a la meta. Concéntrese en las cosas grandes y
espléndidas que le gustaría hacer, pues, a medida que pasen los días, verá que,
inconscientemente, aprovecha todas las oportunidades requeridas para el cumplimiento
de su deseo. Fórjese la idea de la persona capaz, dispuesta, útil, que desea
ser, y esa idea lo irá transformando hora tras hora en ese individuo...El
pensamiento es supremo. Mantenga la actitud mental adecuada: la actitud de
valor, la franqueza y el buen talante. Pensar bien es crear. Todas las cosas se
producen a través del deseo y todas las plegarias sinceras tienen respuesta. Llegamos
a identificarnos con aquello en que ponemos el corazón.
La sonrisa es un mensaje de buena voluntad. La sonrisa ilumina
la vida de aquellos que la ven.
3)
Hay que recordar que,
para toda persona, su nombre es el sonido más dulce e importante en cualquier
idioma.
El nombre individualiza a la persona, la hace sentir única
entre todas las demás. La información que damos, o la pregunta que hacemos, toma
una importancia especial cuando le agregamos el nombre a nuestro interlocutor.
4)
Ser un buen oyente.
Anime a los demás a que hablen de sí mismos.
Recuerde que la persona con quien habla está cien veces más
interesada en sí misma y en sus necesidades y sus problemas que en usted y sus
problemas.
5)
Hable pensando en lo
que interesa a los demás.
Hablar en términos de los intereses de la otra persona es
beneficioso para las dos partes.
6)
Haga que la otra
persona se sienta importante, y hágalo sinceramente.
Hay que tener en cuenta qué hay en la otra persona que
podamos admirar sinceramente.
Centro de
Psicología María Jesús Suárez Duque
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Vecindario (Frente al Centro Comercial Atlántico, a la derecha de la oficina de
correos)
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