Roger
es considerado por diversos autores como un pionero en la psicoterapia, uno de
los primeros americanos de mayor influencia. Fue el primero en presentar una
alternativa a la psiquiatría y al psicoanálisis y en grabar y publicar sesiones
de terapia.
Se caracterizaba
por utilizar la primera persona en el estilo de sus escritos, directo y libre
de academicismos. Se mostró crítico con los enfoques positivistas en la
investigación y los modos tradicionales de educación.
El período
de máxima difusión e influencia coincide con el auge del Movimiento de la Psicología
Humanista (décadas 60-70) considerándosele uno de los máximos representantes. La
Psicología Humanista surge con la intención de hacer una psicología más humana
y menos experimentalista que la conductista, y más próxima a la experiencia
inmediata y consciente que la propuesta por el psicoanálisis.
Rogers
(1986) resume su posicionamiento teórico en una hipótesis que, casi como un
testamento, propone “para el futuro”:
“En el
Universo hay una tendencia direccional formativa que puede observarse en el
espacio interestelar, en los cristales, en los microorganismos, en la vida
orgánica más compleja y, finalmente, en los seres humanos. Se trata de una tendencia
evolutiva hacia un orden, complejidad e interrelación mayor. En el ser humano
esta tendencia se manifiesta a medida que el individuo pasa de una única célula
original a un funcionamiento orgánico completo, a un conocimiento consciente
del organismo y del mundo externo, y a un conocimiento trascendental de la
armonía y unidad del sistema cósmico, incluida la especie humana.
Rogers
(1951) había observado que, bajo ciertas condiciones, llamadas por él
facilitadoras, se producía un movimiento espontáneo del cliente hacia una mayor
integración. Este movimiento era resultado de una tendencia del organismo hacia
la autorrealización, producto de una tendencia actualizante. “Podemos
decir que, en todo organismo, a cualquier nivel, existe un flujo subyacente
hacia la realización constructiva de sus posibilidades inherentes. En los seres
humanos existe también una tendencia natural hacia un desarrollo más complejo y
pleno. El término que se ha utilizado es tendencia actualizante y está presente
en todo organismo vivo” (Rogers, 1980).
El
texto citado es compartido por todos los autores adscritos al movimiento de la
Psicología Humanista, denominado “principio organísmico”, formulado por
Goldstein (1939;1940), según el cual “las tendencias que mantienen en
funcionamiento el organismo no son más que las fuerzas que surgen de su
tendencia a actualizarse tan plenamente como sea posible en términos de sus
potencialidades”. Las ideas o conceptos básicos de la teoría organísmica pueden
resumirse de la siguiente forma:
·
El organismo tiene una naturaleza interna
intrínseca de necesidades y tendencias direccionales.
·
El modelo organísmico de organización y crecimiento
de la personalidad es biológico.
·
Las tendencias direccionales organísmicas
orientan y controlan el desarrollo de la personalidad humana.
·
El organismo ha de afirmarse en estas
direcciones para asegurar un crecimiento sano.
Rogers,
lo extiende no sólo a todos los organismos vivos, sin también a todo el
universo y la llama “tendencia formativa”. En el plano psicológico
significa que “cada ser humano posee una tendencia autodirigida hacia la
totalidad, hacia la actualización de sus posibilidades” (Rogers, 1980). Esa
tendencia natural hacia el desarrollo será el punto de partida para la terapia
rogeriana y la labor del terapeuta consistirá en crear las condiciones
necesarias para hacer posible su desarrollo.
Mi
experiencia personal. me ha llevado a considerar que cuando una persona acude a
consulta en busca de ayuda psicológica, el éxito no se logra sin la motivación
y el esfuerzo de esta. Es importante contar con el esfuerzo de la persona para
crecer y desarrollarse a pesar de las circunstancias y experiencias frecuentes
negativas. Por eso, la psicoeducación y la motivación para el cambio son los
temas principales de trabajo en el primer contacto con el cliente.
Referencia:
Rojí, B., & Saúl, L. A. (2013). Introducción a
los tratamientos psicodinámicos, experienciales, constructivistas, sistémicos e
integradores. Madrid.
María Jesús Suárez Duque
Psicóloga y Educadora
Social
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