La experiencia de la
dependencia
La vida te parece agobiante, crees que no puedes afrontarla
solo, que eres incapaz de cuidar de ti mismo y que necesitas a los demás para
que te ayuden. Solo con su ayuda es posible que sobrevivas. Sientes que
mantienes una lucha constante para cumplir con las responsabilidades normales
de la vida adulta, ya que careces de la habilidad necesaria.
Es un sentimiento de que algo falta, de no ser capaz. Es la
imagen de un niño que siente que el mundo de repente le desborda y empieza a
llorar para llamar a su madre.
Te sientes como un niño en un mundo de adultos y, si no te
cuidan, te sientes perdido.
Pensamientos
típicos:
·
Voy a fracasar
·
Esto es demasiado para mí
·
No puedo hacerlo
·
Voy a fracasar
·
No voy a ser capaz de encargarme de mis
responsabilidades
Otros
pensamientos típicos reflejan el miedo a ser abandonado por las personas de las
que dependes:
·
¿Qué haré sin ella?
·
¿Cómo me arreglaré solo?
Estos pensamientos suelen acompañarse de sentimientos de
desesperación y pánico. Te dejas llevar por esta necesidad y esto agota tu
energía mental. Planificas y proyectas para estar seguro de que alguien estará
a tu lado, ya que te resulta muy agobiante hacer las cosas tú solo.
A menudo, muestras una total falta de confianza en tu
juicio porque no crees en tu habilidad para emitirlos. Esta dificultad en
confiar en tus opiniones es una característica central de tu dependencia: eres
muy indeciso.
Cuando tienes que tomar una decisión, solicitas la opinión
de los demás y acudes a diversas personas para que te aconsejen. En tu cabeza
cambias de opinión cientos de veces y todo este proceso te deja confuso y
exhausto. Si finalmente tomas una decisión, tienes que continuar preguntando
para asegurarte que ha sido la correcta. Otra alternativa es buscar el consejo
de una persona de mucha confianza y depender exclusivamente de ella.
A las personas dependientes no les gusta cambiar y
prefieren que su vida se mantenga igual. La falta de seguridad en tu capacidad
de tomar decisiones provoca que temas cualquier cambio. Desconfías de las
situaciones nuevas porque eso implica que has de fiarte de tu propia capacidad
de juicio.
Este sentimiento de incapacidad de las personas
dependientes en algunas ocasiones no es imaginario, sino real. A menudo, tienen
escasos recursos personales porque han evitado las responsabilidades de la vida
adulta y han encontrado a otros que las han asumido por ellos. Esta evitación
les lleva a tener algunos déficit reales en sus habilidades y opiniones. Sin
embargo, la mayoría de los pacientes dependientes exageran su incompetencia.
El hecho de acudir a otros te refuerza la idea de que no
eres capaz de asumir las tareas por ti mismo e impide que desarrolles un
sentimiento de competencia. Nunca has averiguado si eres capaz de funcionar
solo.
Centro de
Psicología María Jesús Suárez Duque
C/ Tunte,6
Vecindario (Frente al Centro Comercial Atlántico, a la derecha de la oficina de
correos)
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