La autoestima entendida como la relación con un ser querido (Castelló, 2012)
La autoestima es la relación positiva que tenemos con nosotros mismos; en cierto modo, viene a ser el cariño que uno experimenta y despliega hacia su propia persona. Tener "falta de autoestima" o una "baja autoestima" significa que el individuo no se está queriendo lo suficiente a sí mismo. El mayor problema es que del amor al odio no hay más que un paso, y cuando no se quiere lo suficiente surgen la hostilidad y el desprecio hacia uno mismo. Es decir, no es cuestión únicamente de falta de sentimientos positivos, sino de la aparición inmediata de los correspondientes negativos: cuando el individuo no se quiere no aparece la indiferencia, sino la agresividad.
En este sentido, la relación del sujeto consigo mismo sigue los mismos parámetros que la relación con los demás, sobre todo con los seres queridos. De la misma forma que queremos o detestamos a alguien, nos queremos o detestamos a nosotros mismos: la baja autoestima consiste en que la persona no se lleva bien consigo misma, es algo parecido a lo que sucede con el compañero de trabajo con el que se "choca" más frecuentemente y al que no se le dirigen precisamente sentimientos positivos, prefiriendo la presencia de otros.
Como la autoestima se refiere a los afectos positivos que uno se dirige a sí mismo, podemos entonces equipararla a la relación positiva que se tiene hacia un ser querido, que es el tipo de personas con el que se produce una interacción significativa y satisfactoria. Si al dependiente emocional le falta autoestima, se deduce que su relación consigo mismo debería acercarse a la que se da con uno de sus seres queridos, porque es la manera de establecer una interacción positiva.
Si lo pensamos bien, no es tan complicado, aunque todas las cuestiones que giran en torno a nosotros mismos siempre poseen un grado de abstracción que no debería ser tal, ya que dentro de nosotros se produce un auténtico "lenguaje" o diálogo interior por el que nos decimos cosas o sentimos igual que realizamos con los demás: "la próxima vez tendré que estar más espabilado", "esto me ha salido perfecto", "menuda pinta tengo hoy", "es la última vez que doy tantas explicaciones", "más vale que me hagan caso porque soy el único que sabe hacer este trabajo"...Son auténticas conversaciones con nosotros mismos, más bien monólogos, que nos indican que no somos autómatas y que tenemos vida afectiva dentro. Pero no sólo nos hablamos, sino que también nos dirigimos gestos (por ejemplo, si nos miramos al espejo y nos vemos con mal aspecto), sensaciones, etc Todo es calcado a lo que ocurre en las relaciones con otras personas, pero en la intimidad de nuestro ser.
El dependiente emocional, al no tener una buena autoestima, debe relacionarse consigo mismo igual que lo hace con un ser querido. Ahora bien, los denominadores comunes de su relación con un ser querido serían:
a) Ayuda y apoyo
A los seres queridos se les hacen favores, se les echa una mano cuando es necesario. Por ejemplo, se ayuda a hacer una mudanza porque es difícil para una sola persona, se ayuda igualmente a arreglar algo de casa si el individuo es un "manitas", se realiza la declaración de la renta o se arregla el ordenador si es avispado en estas cuestiones...
No sólo podemos ayudar en lo que podemos a alguien significativo, sino que también, donde no alcanzamos, apoyamos moralmente. Por ejemplo, si un ser querido está estudiando una oposición no podemos estudiar por él, pero sí animarle si vemos que desfallece; si alguien está triste o preocupado por una ruptura amorosa se le presta consejo y apoyo en lo que necesite.
La cuestión es que las personas arropan a sus seres queridos en situaciones complicadas, sea cual sea el grado de complicación, y no se les deja de lado en una actitud pasiva.
b) Protección
Si hay alguna situación de vulnerabilidad en un ser querido, inmediatamente se le defiende si es preciso. Por ejemplo, si está enfermo, se le cuida; si alguien se porta mal con él, se recrimina a esa persona; si sufre acoso en el trabajo, se le anima a denunciar...
El planteamiento es el siguiente: si algo, como puede ser un virus, un accidente o una inclemencia meteorológica, o alguien, como un desaprensivo, un compañero de trabajo o un vecino, ataca a un ser querido, también está atacando al individuo, por lo que habrá un comportamiento de arropamiento y defensa de dicho ser querido junto a uno de respuesta al ataque externo, si procede.
c) Consuelo
En circunstancias negativas, las personas no se aprovechan de las mismas para atacar a sus seres queridos o se muestran insensibles, sino que empatizan con él y les ofrecen alivio.
d) Elogio
A las personas que se quieren se las valora positivamente, viendo las virtudes y los puntos fuertes felicitándolas cuando consiguen logros. Si un ser querido aprueba una oposición, se compra un coche nuevo, se saca una carrera o toma una decisión adecuada, se le fe licita y se le reconoce el mérito con alegría, sin escatimar lo más mínimo. Cuando no actúa de manera adecuada o no consigue un logro al que optaba, podemos ser críticos de forma constructiva para que aprenda de los errores si es que se han producido, pero sólo con la intención de que los supere en el futuro y no vuelva a cometerlos.
e) Amor incondicional
A los seres queridos se les aprecia por quienes son, no por lo que son. Si yo ahora mismo pregunto por qué quiere alguien a su hijo o a su madre no creo que nadie me conteste que lo hace porque son los más listos, los más guapos o porque tienen estudios, dinero o posición social. Simplemente se les quiere por quienes son, sin más, suponiendo que la relación con ellos sea positiva, por supuesto. A los seres queridos no les ponemos condiciones para quererlos, no les decimos "si apruebas el carnet de conducir, te querré", "si pierdes dos kilos, te querré" o "si la gente te hace caso, te querré".
a) Ayuda y apoyo
b) Protección
c) Consuelo
d) Elogio
e) Amor incondicional
PSICÓLOGA EN VECINDARIO
MARÍA JESÚS SUÁREZ DUQUE
PSICÓLOGA INFANTIL, ADOLESCENTES, ADULTOS Y MAYORES
TERAPIA DE PAREJA
TERAPIA DE FAMILIA
PSICÓLOGA ONLINE Y PRESENCIAL
- Psicóloga infantil y adolescentes
- Psicóloga adultos y mayores
- Atención psicológica individual
- Terapia de pareja
- Terapia familiar
- Mediación
- Psicóloga educativa
Atención psicológica en problemas de:
- Apego
- Agresión
- Autocontrol
- Autoestima
- Autoconcepto
- Autorregulación de la conducta
- Maltrato adulto
- Habilidades sociales
- Incomunicación
- Miedos y fobias
- Indecisión
- Inseguridad
- Timidez
- Exclusión social
- Sobreprotección
Atención psicológica en:
- Trastornos de ansiedad
- Trastornos depresivos
- Trastornos alimentarios y de la alimentación
- Trastornos disociativos
- Trastornos somáticos
- Trastornos obsesivos compulsivos y relacionados
- Trastorno relacionados con traumas y factores de estrés
- Trastornos de personalidad
- Trastornos de eliminación
- Trastornos del sueño-vigilia
- Disforia de género
- Trastornos disruptivos del control de impulso y de la conducta
- Trastornos relacionados con sustancias y trastornos adictivos
- Trastornos del neurodesarrollo
- Trastornos sexuales
- Trastornos parafílicos
- Trastorno bipolar
- Trastorno de dolor crónico
Atención psicológica en otros trastornos:
- Trastorno de duelo prolongado
- Síndrome de psicosis atenuado
- Episodios depresivos con hipomanía de corta duración
- Trastorno neurocomportamental asociado con la exposición prenatal al alcohol
- Trastorno de comportamiento suicida
- Autolesión no suicida
- Fibromialgia
- Trastorno de dependencia emocional
- Altas capacidades
- Dificultades de aprendizaje
Precio 60 euros
Duración 1 hora
Pedir cita:
- Por teléfono, WhatsApp o Telegram 630723090
- Reservar online
Consultas
- Online
- Presencial
Psicóloga María Jesús Suárez Duque
C/ Tunte,6 Vecindario (Frente al Centro Comercial Atlántico, a la derecha de la oficina de correos)
Pedir cita: 630723090
Comentarios
Publicar un comentario